No soy dueña de tus ganas de besar, ni de los motivos que tendrás para ignorarme.
No soy dueña de la posibilidad
de acercarme un poco a tus anhelos.
Dueña de todo cuando sueño,
y de nada cuando tengo.
Es vivir entre acertijos haciendole cosquillas
a estas ganas de llorar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario